En esta
entrada trataremos principalmente el proceso del cambio, y lo esencial para
llevar a cabo éste, según el autor de referencia que será Amador Guarro.
El autor plantea cómo para desarrollar este
proceso tienen que entrar en juego una serie de factores y apoyos cruciales
para lograr su efectividad. Asimismo tendrán que intervenir una serie de
elementos, denominados fases del proceso, que conjugados de forma adecuada
permitirán llevar este programa a su fin.
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Las fases que permiten el desarrollo
de este proceso de cambio son: la iniciación, la implementación, y evaluación y
sostenibilidad.
Ante todo, deja claro que lo
primordial será el diseño y planificación de tal programación, y que es muy
diferente la planificación y el proyecto de innovación en teoría, que el
llevarlo a la práctica; puesto que lo que sucede en la realidad, sometida a
muchos cambios, predispone a
modificaciones que pondrán en constante interacción
la teoría con la práctica.
Las innovaciones se ejecutarán
porque el estado actual de la teoría del cambio y su ejecución en la práctica
no han sido efectivos, y ante ello se procederá a otra innovación que deberá
cubrir tales expectativas y funcionar en el plano de la praxis.
Llegados a este punto, es la fase de
implementación la que alcanza mayor relevancia, debido a que de ella más que de
ninguna otra, obedece que dichos cambios puedan llegar a realizarse
verdaderamente, y que la calidad de la enseñanza se convierta en una realidad.
Será fundamental en este engranaje,
la capacidad de la innovación, el aprendizaje del alumnado, la capacidad de
organización del colegio y el desarrollo profesional del profesorado.
Toda innovación surge, porque a
priori existen otras innovaciones, además de la necesidad que tenemos de estar
continuamente innovando, pues sólo a través de la innovación, es como se logra
la mejora del sistema.
El inicio de este proceso de cambio,
exige normalmente una serie de mediadores, entre ellos la administración, que
contará con los recursos suficientes para promocionar, comenzar y apoyar la
innovaciones que considere oportunas. En el sistema educativo junto a ésta,
deberán participar también los directores o equipos directivos, así como el
profesorado. Todos ellos disponen de capacidad mediadora frente a las
innovaciones.
Es indispensable reorientar las
políticas de cambio al igual que promover las innovaciones desde arriba. Deberá
de realizarse cierta presión sobre los colegios; para provocar una mejoría,
pero igualmente la administración deberá de orientar sus esfuerzos para potenciar
las capacidades de dicho cambio en los colegios y que éstos adquieran las
innovaciones, porque supongan la solución de problemas y no por algo meramente
burocrático.
Es esencial resaltar la importancia
que juega en todo este proceso, la interacción entre la teoría y la práctica,
entre al planificación y la acción, entre el diseño, el desarrollo y la
evaluación. Todos ellos deberán poseer un carácter temporal e interactivo, que
les permitirá someterse a una constante revisión y adaptación.
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